Mientras me empapaba de referencias sobre el estilo Shabby Chic, he encontrado un  modelo de negocio en torno a este estilo. La decoradora inglesa Rachel Ashwell, afincada en USA, fundó su marca en California, que fue expandiendo hasta tener repartidas por todo el país hasta 15 tiendas. Tras años de rodaje y adaptaciones actualmente tiene 5 tiendas, y…

¡SORPRESA! una finca en Texas que explota como lodge B&B, bodas y eventos, y una tienda, rodeado de prados, granjas y caminos de tierra. De esta forma puedes alojarte y descubrir que realmente te sientes bien con esta decoración. Como ella dice “un sueño hecho realidad”

Todo un mundo en el que se respira el estilo Rachel Ashwell. 

Este estilo tiene su origen en muebles recuperados. Su mantra es que cada objeto es un pequeño tesoro y tiene su belleza particular. Ella lo trata de la mejor manera para integrarlo en espacios campestres y rurales. Tonalidades suaves, que coordina con estampados florales y lencerías blancas. Siempre el resultado es de aire vintage extemadamente romántico y decadente, llevado a su matíz más chic.

Ciertamente, este estilo consigue que una estancia se convierta en un ambiente especialmente agradable.

Sin dejar de sentir cierta admiración, hay que hacer otro ejercicio para llevarlo a nuestra realidad, un piso en el centro de la cuidad: la mejor opción es combinar el mobiliario actual y contemporáneo con algunas piezas que sea susceptibles de recuperar y así, integrarlas en la decoración. Colores algo más intensos para que no parezcan desgastados (de eso ya se ocupa el paso del tiempo).

Lo que más me gusta de este estilo es su esencia de sostenibilidad.

Ya tengo ganas de ver el resultado de una próxima decoración Shabby Chic!