Los escaparates son el principal reclamo de los locales comerciales, ya sean tiendas, cafés o cualquier otro tipo… hay que cuidarlos y tienen que moverse, ser dinámicos. El escaparate respira del mismo aire que el interior y restepa su estilo. Muchos motivos son los que dan excusa al cambio: días especiales, inicio de temporada, las fiestas, el frío, el calor, las flores…
Este escaparate de Macy´s transmite la llegada de la primavera con rameados y flores a raudales, de diferentes tamaños que se adaptan a las escalas del producto.
También tenemos las mismas flores de material sintético, son menos piezas pero de gran tamaño, que consigue un efecto más sofisticado…
Y si reducimos la escala podemos utilizar el mismo recurso floral para presentar objetos de bisutería y complementos.
Sin embargo, en NY podemos encontrar las marcas más relevantes, como Louis Vuitton, con diseños de fondos tapizados en capitoné terciopelo y huevos alineados, desconchados o no, simulando la eclosión en primavera presentado con un orden exquisito.
En el escaparate principal, aunque más concentrado, analizamos el mismo diseño que gana relevancia al ampliar la escala de los huevos. Mismo local, mismo producto, mismo diseño: no se mezclan recursos.
Para los más juveniles, tenemos un ejemplo en «The Big Apple». Locales de doble altura: aprovéchate de las condiciones de tu local, aprovéchate de que la calle es ancha, te verán desde la otra acera.
Podemos llevar a cabo el diseño más creativo con los principios básicos de forma, color, equilibrio, orden, iluminación… La ciudad no importa para aportar la mejor idea pero el escaparate tiene que hablar, no! tiene que gritar! e invitarte a entrar, es su objetivo.
La primavera en New York se traduce en estos impactos visuales, que te obligan a cruzar la calle, a parar, a entrar y buscar… seguro que algo te llevas!
